Con motivo de la celebración del Día Mundial del Trabajo, me encantaría tomarnos un breve tiempo para distinguir estos conceptos diferentes, pero que de alguna forma también están íntimamente relacionados, y hasta llegan a confundirse. Debemos pues entender mejor sus diferencias, y aquí quiero aprovechar para que hagamos conciencia de algo que va más allá que dichos conceptos.
Comencemos con el concepto de vocación. La vocación se le llama solo al deseo de emprender una carrera, profesión o cualquier otra actividad cuando todavía no se han adquirido todas las aptitudes o conocimientos necesarios. Aquí solo se ven los deseos, y pues queda un poco en la superficialidad, sin entrar en las profundidades de las competencias actuales desarrolladas, y cuáles quedan por desarrollar. La vocación es algo que debe ser validado con un proceso de exploración de más largo alcance en el tiempo, es por esto que muchos países más desarrollados comienzan esta orientación desde que los jóvenes entran a secundaria, si no antes. Este acompañamiento aunado a la mera vocación (deseo) sería lo ideal para que se vayan aclarando estos deseos por medio de una experiencia de primera mano, y este es un proceso más largo que el simple diagnóstico de un periodo de tiempo usualmente muy corto, y lamentablemente hasta apurado. En muchos casos podrán ver que esta “orientación vocacional” solo se hace tomando una prueba, y con una sola entrevista. No podemos estar más en desacuerdo con este antiguo y superficial método de elección.
A la profesión se le llama a la ocupación que requiere de conocimiento especializado, formación profesional, control sobre el contenido del trabajo, autorregulación, espíritu de servicio a la comunidad, y elevadas normas éticas. Una profesión es una actividad especializada del trabajo dentro de la sociedad. A quien la ejerce se le denomina profesional. Es por esta razón que elegimos una carrera universitaria, no es simplemente para que el que estudie Mercadeo se le llame Mercadólogo, es para poder tener la amplia capacitación requerida de dicha profesión, y obtener las herramientas de conocimiento de la misma.
La naturaleza de la ocupación y la forma de ejercerla que tiene cada profesional es el desempeño de la práctica profesional. La disciplina profesional se preocupa del desarrollo del conocimiento, enriqueciendo la profesión y profundizando el sustento teórico de la práctica.
El concepto de "profesión" se opone al de "afición", y el de "profesional" al de "aficionado".
La pasión por otro lado (proviene del verbo en latín, patior, que significa sufrir o sentir) es una emoción definida como un sentimiento muy fuerte hacia una persona, tema, idea u objeto. Así, la pasión es una emoción intensa que engloba el entusiasmo o deseo por algo. Se dice que a una persona le apasiona algo cuando establece una fuerte afinidad, a diferencia del amor que está más bien relacionado con el afecto y el apego.
El “trabajo” en el Diccionario de la Real Academia Española, tiene varias acepciones, algunas de ellas son:
- Ocupación retribuida.
- Obra.
- Cosa que es resultado de la actividad humana.
- Esfuerzo humano aplicado a la producción de riqueza, en contraposición a capital.
- Lugar donde se trabaja.
- Dificultad, impedimento o perjuicio.
- Penalidad, molestia, tormento o suceso infeliz.
- Producto de la fuerza por la distancia que recorre su punto de aplicación.
- Estrechez, miseria y pobreza o necesidad con que se pasa la vida. En nuestro lenguaje coloquial dominicano, es muy utilizado el término “Pasar trabajo” para ilustrar esta acepción.
En nuestro contexto y actualidad el trabajo suele tener una connotación negativa, más sin embargo es un factor de éxito en cualquier camino, tenga la connotación negativa de dificultad, o la de un esfuerzo necesario para el logro de algo.
Cuando el trabajo es un placer la vida es bella. Pero cuando nos es impuesto la vida es una esclavitud.
Máximo Gorki
Sin embargo, debemos entender que es la optimización que le damos a estos recursos, y la toma de conciencia de estos factores es el punto importante aquí. Lo más recomendable es ir diseñando desde temprana edad nuestra propia visión y misión personales. Esto nos permite tener la claridad y conciencia de nuestras intenciones futuras, y como eficientemente podremos alcanzarlas, con un trabajo o esfuerzo más enfocado.
Entonces, más allá e importante de conocer nuestra vocación, nuestras pasiones, profesión o trabajo, debemos entender cuáles son nuestros propósitos, esto es nuestra visión y misión, y es que a partir de ellos todo lo demás se va alineando y los frutos serán más visibles.
Tenemos la total autoridad y responsabilidad personal de desarrollar nuestra propia visión y misión. Con solo esto todo lo que hagamos en ese trayecto se hará de forma mucho más placentera, y al mismo tiempo eficiente y productiva. Cuando tienes en cuenta esto desde un principio de tu vida adulta, se hace realidad esta sabia cita de la científica física-química Marie Curie:
Nunca te das cuenta de lo que has hecho; sólo puedes ver lo que queda por hacer.
Marie Curie